El ser humano...



El ser humano es similar a una casa de huéspedes.
Cada día llega alguien nuevo a su puerta: una alegría, 
una decepción, algo difícil o doloroso 
se presentarán como visitantes inesperados.
Dales la bienvenida y acógelos a todos, 
incluso si es una muchedumbre de preocupaciones 
la que vacía tu casa de sus muebles. 
Trata a cada huésped honorablemente, 
ya que podría estar vaciándote para una nueva delicia.
Ve a la puerta de entrada y recibe con una sonrisa 
al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la malicia, 
e invítales a pasar.
Sé agradecido con cualquiera que venga, 
porque cada uno ha sido enviado 
como guardián del Más Allá.

Rumi