Siempre...


Siempre podemos llegar a la felicidad de la mano de la alegría que es más directa, más simple, más fácil, más inocente y más tangible que la felicidad.

La alegría nos espera en las pequeñas cosas de la vida para susurrarnos al oído que a través de ella, podemos ser felices. 

Es realmente difícil ser felices si buscamos incesante y angustiadamente en qué consiste la felicidad. Porque ésta no es un lugar al que llegar, es más bien una manera de andar. No es un destino, es un síntoma que aparece al caminar. Y mientras hay quienes se dedican a perseguir la felicidad, otros la crean amando, sirviendo, desarrollando su conciencia, procurando cuidar lo esencial o brindando pellizcos de alegría a quienes les rodean.
Álex Rovira.