No juzgues...


No juzgues 
lo que es invisible para ti, 
o, de lo contrario, 
nunca lo podrás ver.
Más bien, aguarda con paciencia 
su llegada.
Se te concederá poder ver 
la valía de tu hermano 
cuando lo único que le desees 
sea la paz.
Y lo que le desees a él 
será lo que recibirás.
"Un curso de Milagros"