El hombre...


El hombre se considera a sí mismo limitado y ahí surge el problema.
La idea es falsa. El hombre puede verlo por sí mismo. En el sueño profundo no había ningún mundo, ningún ego (ningún sí mismo limitado) y ningún problema. Algo despierta de ese estado feliz y dice: «yo». El mundo aparece a ese ego. Como es una mota en el mundo, quiere más y se mete en problemas.
¡Cuán feliz era antes de la aparición del ego! Solo la aparición del ego es la causa de la aflicción presente. Siga el rastro del ego hasta su fuente y alcanzará ese estado feliz e indiferenciado que es el sueño profundo despierto. El Sí mismo permanece siempre él mismo, aquí y ahora. No hay la necesidad de trascenderlas.
Ramana Maharshi