Aprendamos a observar...


Aprendamos a observar las plantas, a sentirlas en nosotros, en nuestro corazón, comprendamos su sacrificio y el don de curación que ofrecen con todo su ser. Donde sea que estemos, sintamos en nuestro corazón la esencia de sanación naciente a través del reino vegetal.
Aprendamos a armonizarnos con la planta, amémosla con todo nuestro ser. En paz y en silencio. Amemos simplemente el ser-planta, el ser-flor, el ser-raíz...